Siempre nos aconsejan aprender a dominar los nervios para evitar que nos jueguen malas pasadas. Pero hay cosas que no dependen únicamente de nuestro autocontrol, sino de un buen tratamiento médico para devolvernos la seguridad y confianza.
Si las manos nos sudan a chorros cuando saludamos a alguien o nuestros polos se ponen muy húmedos a la altura de las axilas, podríamos padecer hiperhidrosis. Este exceso de sudoración suele producirse sobre todo en las manos, axilas, cara y pies y tiende a ser hereditaria (generalmente, afecta a varios miembros de la familia).
Aunque no hay una causa exacta, se cree que el problema puede deberse a enfermedades de la piel y de las glándulas, como el hipertiroidismo. Lo seguro es que los episodios desudoración excesiva se producen cuando las personas experimentan situaciones de estrés y ansiedad.
A ello se suma una gran incomodidad ocasionada no solo por el sudor, sino también por el cambio de color de la piel (se vuelve más rosada u oscura, dependiendo del tipo de piel) y un olor muy desagradable.
Para ayudar a que el problema no sea tan grave, debemos hacer una higiene muy estricta conjabones antisépticos que reduzcan la contaminación de las bacterias, verdaderas causantes del mal olor.
También hay que usar un antitranspirante en vez de un desodorante, pues mientras este controla el mal olor de forma muy limitada, el antitranspirante lo combate con sustancias que también disminuyen el flujo de sudor con un efecto prolongado.
Así mismo, debemos vestir ropa de algodón y zapatos de textura porosa para que la piel se sienta fresca y transpire con normalidad. Y no olvidemos el talco para reducir la humedad.
Si el problema resulta incontrolable a pesar de estas medidas, lo mejor será recurrir a una sencilla cirugía que lo resolverá en un dos por tres. Claro que para ello el doctor debe hacer un previo estudio de nuestra condición, ya que el sobrepeso y las afecciones cardiacasimpiden realizar el procedimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario