Para vivir una relación a pleno se necesitan ciertos factores externos muy importantes entre los que están el entorno y la familia. Este segundo grupo social es uno de los retos más dificiles de superar para cualquier adolescente y aunque a veces cueste reconocerlo, son muchos los padres que se niegan a que su hijo/a tenga una relación sentimiental con otra persona.
La sola idea de llevar a casa y presentar en sociedad a nuestra novia/o nos genera gran emoción, pero retrocedemos ante el temor de no ser bien vistos por nuestros padres, prefiriendo mantener en estricto secreto la situación sentimental.
Si ya tienes un buen tiempo de relación con tu novio/a, y te pide ir a tu casa y conocer a tus padres, es momento de dejar los miedos a un lado y prepararte para avanzar una escala más en el camino del amor.
Lo más recomendable es ir acercando a tu pareja de forma sutil a la familia, mediante detalles que pueden comprar entre los dos y que compartirás con tu familia para que tengan una idea de quién eres.
El diálogo también será importante, por ello debes conversar con tus padres y comentarles acerca de ella; tal vez sin decirle que es tu novia se darán cuenta a medida que noten la importancia que tiene en tu vida y es muy probable que no necesites decirles.
Puedes pedirle a tus papás un espacio en el que tengan un día libre para almorzar juntos, pero recuerda no presionar a tu pareja para que pueda ir solo cuando se sienta segura y cómoda.
El momento más propicio para hacerlo lo podrás saber tú mediante el grado de madurez de la relación, la confianza y la estabilidad que tienes con esa persona; si crees estar listo para ello, no dudes en hacerlo.
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